En sus más de 60 hectáreas de extensión, el parque La Carolina ofrece rutas de ciclismo, zonas verdes, laguna, jardines, museos botánicos, pistas atléticas, entre otros. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

La Carolina mantiene su esencia como pulmón del Quito urbano

La Carolina es el punto de encuentro de amigos y familias. Su presencia marca el desarrollo inmobiliario, financiero y comercial de Quito.

Si hay algo que caracteriza al invierno quiteño es la niebla ligera en las primeras horas de la mañana. Y cuando esta se entreteje entre los árboles del parque La Carolina, se crea un paisaje digno de inspiración cinematográfica o pictórica.  

Este y otros cuadros naturales son un privilegio que pocas ciudades del mundo tienen, con un parque central en medio de la agitada urbe. En sus más de 60 hectáreas de extensión, este ofrece rutas de ciclismo, zonas verdes, laguna, jardines y museos botánicos, pista de atletismo, de bicicrós y de patinaje, entre otros.  

Las reseñas históricas de Quito dan cuenta de que la zona donde hoy se ubica el parque tuvo espacios de lagunas de recreación y de caza de aves para los incas. A inicios del siglo XX, el sitio fue una hacienda, a la que precisamente debe su nombre en la actualidad.  

El parque ha permeado el significado de lo público para el residente de la ciudad, que lo disfruta en cualquier día de la semana. Sobre la avenida De los Shyris, los buses descargan a familias que llegan para pasar el rato, jugar, caminar o comer juntos.  

Un jardín para las ciencias 

Dentro del parque, el Jardín Botánico de Quito es el espacio dedicado a la conservación y al estudio de la flora andina ecuatoriana. El visitante logra sumergirse en un extracto de bosque nublado, al recorrer sus senderos e invernaderos. 

Aquí, el canto de los pájaros, el ambiente de un verde intenso y el sonido del agua de pequeñas cascadas llevan a idealizar lejana la cotidianidad de las jornadas diarias cargadas de grupos de chats, que han creado y rebasado un nuevo orden basado en la tecnología. 

El jardín distribuye su espacio en senderos: del sol, del agua, de la tierra y del viento. En cada uno de ellos se conoce sobre diferentes especies de orquídeas, cactus, plantas carnívoras, palmas, fucsias, rosales y más plantas de los principales ecosistemas terrestres del país

Uno de los más visitados es el que alberga al arte milenario del cultivo del bonsái. El museo se despliega en un pabellón semicubierto de bambú con más de 100 ejemplares, que atraen por su belleza en miniatura, detalles y cuidados.  

El espacio náutico  

Al sur de este tesoro botánico se encuentra la laguna de El Quinde. Este es el espacio más representativo del parque y de la historia de esta zona de la ciudad, que reseña cuerpos de agua en siglos pasados. 

En la actualidad, las tradiciones de la capital no solo se remiten al casco colonial. La Carolina es el perfecto registro de un contraste entre el vanguardismo de los rascacielos construidos a su alrededor y las tradiciones y elementos de la cultura popular que se desarrollan en su interior, como el paseo en bote en pareja o en grupos. 

A lo largo de 30 minutos y con el impulso de pedales, el paseo acuático recorre el lado sur de los jardines con vista a las laderas del imponente Pichincha.  

Hoy, el muelle y el bulevar tablado de la laguna albergan a parejas, amigos y grupos familiares en pícnics improvisados.

La comida tradicional  

Chochos, tostado, chifles, limón, tomate y cebolla son la base de uno de los platos más tradicionales de esta zona verde recreativa de Quito: el cebichocho.  

Uno de los puestos de venta se destaca entre todos, por los años que lleva en el lugar. José Morocho cuenta que, desde 1984, su negocio familiar, Los cebichochos con fritada La Carolina, atiende a clientes de Quito y también recibe pedidos de otras ciudades. 

Largas filas de comensales ordenan entre sus platos: volquetero, completo, poderoso, clásico y otras cinco opciones. 

La confianza en su sabor llega al punto de permitirles afirmar que: “Si llegas a La Carolina y no comes esto, no has venido al parque”.

TIPS

QUE LLEVAR
Ropa y zapatos cómodos para caminar, paraguas, chaqueta y dinero en efectivo. 
CLIMA
La temperatura estos días en Quito oscila entre los 11 y los 18 grados, con presencia de lluvias. 
COSTOS
La entrada al Jardín Botánico está en USD 4 para adultos. Los cebichochos van desde los USD 0,50. 
EL DATO
El parque cuenta además con canchas deportivas para básquet, tenis, fútbol y vóleibol.

UBICACIÓN

Para llegar a la La Carolina, en el norte de Quito, hay líneas de buses que transitan por las avenidas De los Shyris, Amazonas y NN.UU.

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