De un jardín, a un tesoro de la biodiversidad de Ecuador 

Mindo es el destino para aventureros, deportistas extremos y también para aquellos apasionados por las aves. En esta parroquia habitan 500 de las más de 1 600 especies de aves que posee el país.

Mindo es el destino para aventureros, deportistas extremos y también para aquellos apasionados por las aves. En esta parroquia habitan 500 de las más de 1 600 especies de aves que posee el país. 

La ruta que conduce a esta localidad cambia de un panorama casi desértico, en Pomasqui y San Antonio de Pichincha, a un bosque nublado, en Nanegalito y Los Bancos

Dos horas al norte de Quito está Mindo, uno de los mayores espacios de biodiversidad del planeta. Con aproximadamente 500 especies de aves, esta zona fue la primera en Ecuador en ser declarada Área de Importancia para la Conservación de Aves, en octubre de 1997.  

Su clima subtropical atrae también a diferentes clases de turistas nacionales y extranjeros. Están los que quieren aventura y deportes extremos y los que viajan por el mundo en búsqueda de aves únicas.  

En lo más alto del valle donde se ubica Mindo, al borde de la vía Calacalí-La Independencia, Sachatamia Lodge tiene dos reservas ecológicas privadas. Estos espacios ofrecen al visitante la posibilidad de disfrutar del aviturismo, la gastronomía local y la relajación.   

La reserva natural y la aventura   

Al llegar a la hostería, decenas de colibríes dan un colorido recibimiento al visitante. Solo en este lugar se han catalogado 35 especies de estos pequeños animales que juegan, se persiguen y bailan entre las gotas de una ligera llovizna.  

La ruta por una de sus reservas empieza con pequeños senderos que se abren paso entre plantas de heliconias, bromelias, orquídeas, helechos, flores de mayo, sangre de drago, entre otros.   

La primera parada es la plataforma de canopy. Este deporte extremo es tradicional de Mindo. Consiste en desplazamientos aéreos, mediante un cable que conecta dos puntos del sendero sobre una quebrada o abismo.   

Aquí, en una distancia de 300 metros de largo, el visitante tiene una dosis de adrenalina que se disipa con un grito, al entregarse al vacío. Luego, a la mitad del trayecto, el silencio del bosque da cuenta de que el aventurero está sobre las copas de los árboles, a una altura de 70 metros. Es un viaje de unos 45 segundos, en el que se avivan las sensaciones y se recarga la energía para seguir en el descenso hacia un pequeño río de la localidad.   

El confort de los sentidos  

Las tardes de estos primeros meses del año suelen llegar con lluvia. Es el ambiente perfecto para formar parte de un show de los sentidos en el restaurante. El olor de las preparaciones en la cocina permite vaticinar la delicadeza del menú.  

La mesa cuenta con una vista panorámica al baile que colibríes y tangaras realizan al pie del ventanal, en las ramas de los árboles y sobre la laguna. Los colores de sus plumas azules, verdes y celestes forman un tornasol natural que funcionan como maridaje visual para un rollo de trucha en salsa de camarones y albahaca; un filete de salmón en costra de ajonjolí y almendras; un filet mignon bañado en salsa de vino tinto y champiñones y una milanesa de la casa.   

El trino de estos pequeños pájaros anima el almuerzo, los alrededores de la casa principal y las cabañas distribuidas a lo largo de esta reserva del Chocó andino

Entre ellas, una guarda el espacio de relajación con piscina, hidromasaje y spa. Un baño caliente aromatizado con olor a leña, mientras se observa la neblina caer entre las ramas, es el cierre de una experiencia que funciona como un bálsamo para la mente y el cuerpo.   

Su historia  

La hostería, antes de establecerse como tal, fue una hacienda ganadera que requirió un proceso de reforestación de terrenos y potreros, que han permitido el cuidado de su biodiversidad. Desde 2003, Ramiro Salazar y Susana Baquero abrieron las puertas al turismo.  

TIPS 

COSTOS
La noche para dos personas cuesta USD 175. El pase ‘Día Sachatamia’ tiene un costo de USD 58. 
QUÉ LLEVAR
Ropa ligera para la caminata, chaqueta impermeable. El lugar provee de botas de lluvia a los visitantes.  
EL DATO
Los viajeros que van a la playa o suben a Quito hacen una parada para disfrutar de las delicias de su restaurante. 

UBICACIÓN  

ENTREVISTA

VIDEO  

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