El Comercio (I)
Luego de pasar en casa aislados para detener los contagios por covid-19, resulta justo y necesario el contacto con la naturaleza para recargar energías.
La mejor forma para absorber toda esa buena vibra de la Madre Tierra es acampando. La tendencia actual es hacerlo en la noche para, además de despejar la mente y recorrer los diferentes senderos, disfrutar de atardeceres y amaneceres realmente mágicos. En el país hay varios lugares seguros para armar una carpa de tres estaciones -la recomendada por los guías- y entregarse a la aventura. Sin embargo, los más populares se ubican al sur de la ciudad.
Entre los preferidos están el Parque Nacional Cotopaxi, la laguna del Quilotoa, el acantilado de San Juan y la laguna Amarilla.
Los parques nacionales, afirma Daniel Mena, de Mauna Expeditions, cuentan con la supervisión de los guardabosques, así como las reservas privadas. Estas últimas, por un valor mínimo, ofrecen incluso servicios higiénicos, duchas y áreas para preparar parrilladas y otros alimentos. En la Reserva Ecológica Santa Rita, por ejemplo, hay incluso un restaurante.
No se aconsejan lugares como el Parque Metropolitano y La Carolina, o el Ilaló (valle de Los Chillos). Todos esos carecen de seguridad.
Antes de iniciar con la aventura es importante contar con una bolsa para dormir (‘sleeping bag’ térmico) y una carpa de tres estaciones.
Esas están diseñadas para resistir al agua y viento. Las carpas que se usan en la playa para protegerse del sol están descartadas; son muy livianas y pueden romperse con un fuerte viento.
A las de tres estaciones se las encuentra en lugares especializados. En el sector de La Mariscal hay varios; su costo oscila entre USD 200 y 300. Dos o tres aventureros pueden pernoctar en ellas.
De acuerdo con los expertos, esas carpas duran mucho tiempo, por lo que se trata de una buena inversión. Se las recomiendan a las personas que se conectan con la naturaleza con frecuencia.
A gente que disfruta de la experiencia cada seis o 12 meses, se les sugiere alquilarlas u optar por salidas guiadas. Hay operadoras que ofrecen paquetes con todo incluido, también la comida. Por lo general brindan pasta, café, sánduches.
“Ahí lo único que se les pide que lleven es una bolsa para dormir y ropa abrigada”, menciona Mena.
Una salida guiada puede costar entre USD 60 y 120. El valor dependerá de lugar que se seleccione, pues también se ofrece transporte.
¿Quiénes pueden sumarse a las salidas? Camilo Andrade, guía de montaña de Aseguim (Asociación Ecuatoriana de Guías de Montaña), sugiere asistir con niños que superen los 3 años. Sin embargo, hay aventureros que acampan con pequeños de 2 años.
Para capturar esos mágicos amaneceres y atardeceres, el fotógrafo Iván Salazar recomienda llevar un trípode y una cámara o celular con modo manual, para controlar todos los parámetros de la cámara y obtener las mejores postales.
Las mejores fotografías se logran en lugares como el Parque Nacional Cotopaxi, cerca de las 03:00. Varias personas han fotografiado estrellas o galaxias enanas, como la Gran Nube de Magallanes.